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La historia más bella jamás contada

El renacimiento de Blinky Rotred de la historia más bella jamás contada.

En este gran ciclo temático, el autor continúa agrandando su particular y extenso mundo paralelo (el cual se articula, como viene siendo habitual en él, con multitud de disciplinas), para “llegar a una suerte de conclusión deseada, quizá como resultado de una alquimia vivencial”. El espectador se introducirá en una apasionante historia, donde Blinky Rotred (alter ego del artista) se ve inmerso en una dramática tormenta marina, atravesando así una de las más sugestivas y catárticas aventuras de este personaje. Sobre estos marineros se erige la rotunda figura del capitán Roy Hope. Manco y tuerto, pero con una enorme sonrisa en la boca y una brillante mirada (representada como un catalejo dorado que sale de su ojo y con el cual es capaz de ver más allá de la tormenta).

Su único brazo sostiene en alto un farolillo encendido: ¿acaso la misma luz que conseguirá llevar a tierra al resto de su tripulación?.

El capitán Roy Hope es un tipo bastante peculiar, de carácter rudo pero alegre, fuerte y valiente. Podría simboliza el arquetipo del marinero universal, aquel que haría suya la frase de Pompeyo el Grande, que según Cirlot, contiene el sentido más profundo de la navegación, al decir: “ Vivir no es necesario; navegar, sí” (entendiendo por “vivir” un vivir para sí o en sí; por navegar, un vivir para trascender).

Esta primera parte la veremos plasmada en una de las más potentes y complejas instalaciones del autor, que ya pudo verse tanto en el proyecto “Peregrinatio” (comisariado por Fernando Castro y Tomas Ruíz y producido por el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana), como más tarde en otra muestra realizada en galería MCO de Oporto.

En la segunda parte de esta misma historia, Blinky se enfrenta a sus miedos y decide adentrarse en las profundidades de ese truculento y oscuro océano que amenaza con hundir el barco que éste representa. Es así como dará con un terrible y desconocido monstruo, al que, cual arcángel San Miguel, tendrá que matar como si se tratara del mismo demonio. Serzo hará aquí su particular revisión de aquellas iniciáticas historias mitológicas de la antigüedad, donde el héroe es devorado por el monstruo, para posteriormente salir victorioso y renacido tras reventar su vientre.

Esta emocionante historia simboliza un renacimiento metafórico de tintes épicos, donde el autor podría estar reflejando, de este modo, la actual crisis universal, partiendo de la incansable búsqueda de la “liberación”, por parte de cualquier individuo en un trance tormentoso o doloroso.

Serzo afirma que en esta serie esta narrando de un modo muy personal “el deseado encuentro con sentido profundo de nuestra existencia”

(…)¡Sus olas están demasiado encrespadas hoy!, ¡y es que algunas llegarán a medir hasta  10 metros de altura!; golpean con tanta fuerza mi cuerpo que Lewis y Rómulo se acaban de perder en su oscuridad hace unos minutos…

Los demás marineros luchan sin cesar contra este enorme monstruo informe que parece estar dispuesto a dejar mi cuerpo desparramado por su oleaje…

(…) ¡Y es que no sé cómo diablos llegamos hasta aquí!, siempre defendí la opción de sobrevolar el océano,¡ jamás me gustó la idea de navegar!

La tempestad se nos ha echado encima y ahora parece que tendremos que  superar la prueba, si es que el capitán Roy consigue mantener el rumbo y la esperanza de los bizarros marineros.

(…) Pasan las horas, el tiempo no mejora, la desesperación y el cansancio han dado de baja a más de la mitad de la tripulación.(…)

Los días transcurren, no hay tierra a la vista, las provisiones se acaban…

El sol y el hambre ponen nuestras últimas fuerzas a prueba; noto el peso de los marineros derrumbarse en mi magullado cuerpo…parece que sus huesos son de plomo…

(…) Un tiburón se ha comido el brazo derecho del capitán Roy mientras intentaba subir una barrica del agua…nadie pudo hacer nada… (…)

Merce y Tristán se han matado entre ellos por una tontería que no logré entender (…)

Una noche oscura pero calmada nos da un respiro…han decidido comerse a Merce. Algunos se han vuelto locos y han tenido que desmallarse casi de un modo voluntario.

Roy mantiene inexplicablemente la luz del candil y una gran sonrisa encendidas…en sus ojos se puede ver la misma paz, ¿estará a punto de morir?

(…) Creo que hemos perdido el rumbo, los pocos marineros que quedan empiezan a derramar la esperanza por entre las tablas de mi torso.

El capitán Roy irrumpe con fuerza replicando  la densa sombra de la muerte, que a punto parece celebrar la tragedia, gritando: – ¡abrid esos ojos, cobardes! ¡Dejad de creeros carroña! ¡Daros cuenta de lo que significa este viaje…despertad de vuestra miseria!-.Me pregunto de dónde sacará tanta fuerza…Roy prosigue con una potente voz salida de otro mundo: -¡navegar, antes incluso que vivir….!, hemos sobrevivido al monstruo del subconsciente, ¡Sentir la dicha de poder  contarlo!, ¡Mamá tierra nos espera al otro lado…!,¡las gaviotas ya han aparecido sobre vuestras quemadas calvas…,!¡dejar de arrastraros, miserables, levantad la sonrisa y el cuerpo al abrazo uterino que esperabais!-

Blinky Rotred, el hombre cometa

J.L.S. Madrid, junio 2010

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