La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha concedido la Medalla al Mérito Cultural en Artes Plásticas al artista albaceteño José Luis Serzo, en reconocimiento a su singular trayectoria y a su aportación al arte contemporáneo.
El anuncio fue realizado en Cuenca por la consejera portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, quien adelantó que la ceremonia oficial de entrega se celebrará el próximo 10 de octubre en Casas Ibáñez (Albacete). En total, se otorgarán 14 medallas y dos menciones especiales, en un acto que servirá —en palabras de Padilla— «para reivindicar y distinguir lo bien hecho en nuestra tierra».
Serzo: puente entre tradición y futuro.
El reconocimiento llega en un momento clave de la trayectoria de Serzo, en plena presentación de su exposición «Preludio para una III Escuela de Vallecas», que acoge la Galería Marc Domènech de Barcelona durante septiembre y octubre.
Con esta muestra, el artista plantea una refundación simbólica de la Escuela de Vallecas, el movimiento histórico liderado por Benjamín Palencia y Alberto Sánchez, conectando el legado manchego y vallecano con las búsquedas artísticas del presente. La exposición no solo dialoga con la tradición plástica española y europea, sino que propone un nuevo manifiesto artístico abierto, donde Serzo se erige como mediador entre los grandes artistas del pasado y las generaciones futuras.
El proyecto, desarrollado junto al comisario Juan Manuel Bonet y con la colaboración del Archivo Oficial de Benjamín Palencia, supone una declaración de intenciones: recuperar la raíz para proyectar lo universal. En palabras del propio Serzo, se trata de «revivir el espíritu de sus fundadores, buscando de nuevo la esencia hispánica para renovar el arte español».
Esta exposición ha situado a Castilla-La Mancha en el centro del debate artístico nacional, convirtiéndose en un escaparate de cómo la cultura nacida en la región puede dialogar de tú a tú con los grandes retos contemporáneos del arte.
«Recibir la Medalla al Mérito Cultural de Castilla-La Mancha en mi tierra, que este año, además, se celebra para mí sorpresa en Casas Ibáñez, tiene para mí un valor inmenso. No es solo un reconocimiento a mi trabajo artístico, sino también un abrazo a mis raíces, a ese lugar donde comenzó todo.
Pienso inevitablemente en mi familia, en quienes ya no están y que sé que se alegrarían profundamente de este momento. Esta medalla también es de ellos, de su memoria y de todo lo que me transmitieron.
La dedico a mi gente, a mí hija, a mi pueblo y a la gente de Castilla-La Mancha, porque el arte que nace aquí no es un hecho aislado: es un puente entre nuestro pasado y el futuro que queremos construir. Me honra ser parte de esa historia compartida». José Luis Serzo.
